domingo, 14 de noviembre de 2010

El fantasma de la ópera - Gaston Leroux

He disfrutado tanto leyendo este libro que he podido sentir en mi propia persona la tragedia del hombre desfigurado que oculta su rostro tras una máscara, desterrado a vivir en las profundidades de la tierra, siempre escondiéndose; la pasión de Christine que se debate entre el amor que siente por su amigo de la infancia, el Vizconde de Chagny, y el terror que empieza a sentir por ese demonio que vive en las profundidades de la ópera y que ha cautivado su alma con esa voz que haría llorar a los mismos ángeles, una voz por la que se siente tan atraída que olvida incluso quién es ella misma.
Todos más o menos conocemos o hemos oído la historia del fantasma de la ópera. Además existen varias adaptaciones cinematográficas y teatrales. Recuerdo haber visto la película varias veces en la televisión, cuando era pequeña, pero el libro me ha fascinado.
En él se nos muestra un personaje muy complejo, que es visto al mismo tiempo como genio admirable y como monstruo; rechazado por la humanidad desde el mismo momento de su nacimiento (ni siquiera su madre le permitía que le diera un beso).
Me quedo con este fragmento del epílogo:
" ¡Pobre desventurado de Erik! ¿Hay que compadecerlo? ¿Hay que maldecirlo? No pedía ser más que alguien como los demás. ¡Pero era demasiado feo! Tuvo que ocultar su genio, o jugar con él, cuando, de tener un rostro normal, hubiera sido uno de los hombres más nobles de la raza humana. Tenía un corazón en el que habría cabido un imperio, pero tuvo que contenerse con una cueva".

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