sábado, 13 de febrero de 2010

La sombra del águila

"Así que las primeras señales de lo que iba a ocurrir llegaron un poco más tarde, cuando los cuatro o cinco mil rusos que holgazaneaban sobre la hierba vieron aparecer, de pronto, una compacta fila de uniformes azules que se dirigía hacia ellos a la carrera y pegando unos gritos que helaban la sangre. Mucho se ha discutido después la reacción de los ruskis, pero en esencia fue del tipo anda, Vladimir, qué cosa más rara, por ese lado debían estar nuestros artilleros y resulta que aparecen otros con uniforme azul, yo creía que iban de verde los nuestros, te vas a reír pero por un momento he creído que eran franceses, fíjate, si hasta la bandera parece francesa, estoy de lo más tonto esta mañana, cómo van a ser franceses si están hechos polvo en el flanco derecho. El caso es que, bien mirado, esa bandera no parece nuestra, ¿verdad? Oye pues ahora que lo dices, tampoco eso que gritan me suena a ruso. Vaspaña, algo así como Vaspaña, pero francés tampoco es. A ver. Espera. Trae el catalejo. Hostia, Vladimir. Los franceses...

... Nadie ataca así, en línea recta y a la bayoneta, a puro huevo, si no lo tiene muy claro. Así que espérame un momento, Vladimir, que ahora vuelvo. Sí, a retaguardia voy. A por tabaco."

(Arturo Pérez Reverte)

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